“Pintar de verdad es desnudarse delante de cada cuadro.”
Eduard Arranz-Bravo (1941, Barcelona) es un artista catalán reconocido por su obra multidisciplinaria, que incluye pintura, escultura y obra gráfica. Inició su trayectoria artística en los años sesenta, integrándose en el movimiento de la Nueva Figuración, que buscaba alternativas a la abstracción dominante. En colaboración con Rafael Bartolozzi, creó obras de gran formato con una fuerte carga expresiva, marcadas por un estilo vibrante y lleno de color, a menudo inspirado en la cultura pop y la psicodelia.
Su obra se caracteriza por la intensidad emocional y un lenguaje visual directo, con figuras humanas desintegradas o fragmentadas, que evocan una compleja reflexión sobre la identidad. En los años setenta, Arranz-Bravo expandió su trabajo hacia intervenciones en el espacio público, como el mural de la fábrica Tipel de Parets del Vallès, uno de los proyectos más emblemáticos del artista.
A partir de los años ochenta, su obra evolucionó hacia una abstracción gestual, manteniendo siempre su compromiso con la experimentación formal y la búsqueda de un lenguaje visual propio. Hoy, la Fundación Arranz-Bravo en L’Hospitalet de Llobregat preserva su legado y promueve el arte contemporáneo, consolidando a Arranz-Bravo como una figura esencial del arte catalán moderno y contemporáneo.