"El arte está ligado a lo que no está hecho, a lo que aún no has creado. Es algo que está fuera de ti, que está más adelante y tienes que buscarlo. De otra manera, uno estaría todo el tiempo repitiéndose."
Eduardo Chillida, nacido en San Sebastián, es uno de los escultores españoles más importantes del siglo XX. Conocido por su trabajo en hierro y acero, sus obras combinan fuerza y sutileza, explorando temas como el espacio, el vacío y la integración con el paisaje.
Inicialmente, Chillida estudió arquitectura en Madrid, pero pronto abandonó esta disciplina para dedicarse al arte. Comenzó trabajando con piedra en París durante los años cincuenta, pero fue al regresar al País Vasco cuando abrazó el hierro, inspirándose en las tradiciones de la forja de su región natal. Este material se convirtió en su lenguaje distintivo, permitiéndole crear esculturas monumentales y a la vez íntimas.
Sus obras dialogan a menudo con la naturaleza y el entorno, como el célebre Peine del Viento (1977) en San Sebastián, donde el mar y el viento son parte esencial de la obra. Chillida también exploró conceptos filosóficos y metafísicos, trabajando con poetas y pensadores como Martin Heidegger.
A lo largo de su carrera, expuso en museos como el MoMA de Nueva York y la Fundación Maeght en Francia. Hoy, su obra se preserva en lugares emblemáticos y en el Museo Chillida-Leku, dedicado a su legado, que celebra la armonía entre arte, espacio y naturaleza.