"La cerámica es el punto de unión entre la tierra, el fuego y el espíritu; es un diálogo entre la materia y la creatividad del hombre."
Antoni Cumella (1913-1985) fue un ceramista catalán reconocido por su contribución al movimiento de la cerámica moderna y por su trabajo innovador con formas y texturas. Hijo de una familia de tradición ceramista, comenzó a trabajar en el taller de su padre y desarrolló un interés por la cerámica tradicional catalana, que más tarde combinó con influencias de la vanguardia y del modernismo europeo.
Su obra destaca por la fusión de elementos tradicionales y modernos, explorando nuevas técnicas y materiales para crear piezas que van desde objetos utilitarios hasta esculturas abstractas y murales decorativos. En los años 50, Cumella colaboró con destacados arquitectos catalanes como Josep Lluís Sert y Antoni Bonet, creando murales cerámicos para edificios emblemáticos, lo cual fue fundamental para consolidar su trayectoria artística.
Participó en exposiciones nacionales e internacionales, como la Trienal de Milán y la Bienal de Venecia, donde recibió reconocimientos por su habilidad técnica y su capacidad de renovación artística. Antoni Cumella fue una figura clave en la renovación de la cerámica catalana, y su obra sigue siendo valorada por su contribución al arte moderno y a la arquitectura.