"Siempre he querido que mi pintura tenga tacto, que se pueda tocar, que se pueda sentir."
Josep Guinovart (1927-2007) fue uno de los artistas más destacados de la vanguardia catalana del siglo XX. Nacido en Barcelona, se formó en pintura en la Escuela de la Llotja, pero pronto experimentó con otras disciplinas artísticas como el grabado, la escultura y, sobre todo, el collage, una técnica que se convertiría en una de sus señas de identidad. A partir de los años cincuenta, Guinovart se distanció del realismo social que caracterizaba su obra inicial para adentrarse en una abstracción lírica, con una fuerte influencia del paisaje y la naturaleza.
Su obra se caracteriza por el uso de materiales poco convencionales, como la madera, el metal y la tierra, con los que crea texturas y relieves que aportan una dimensión física a su pintura. Guinovart estuvo muy influenciado por su entorno rural, especialmente por el pueblo de Agramunt, donde pasaba largas temporadas. La naturaleza, la tierra y los elementos agrícolas son temas recurrentes en sus obras, que a menudo reflejan una conexión profunda con el mundo natural.
Guinovart expuso su obra en prestigiosas galerías internacionales y recibió numerosos premios. Su capacidad de experimentación constante y su versatilidad artística lo convierten en una figura esencial del arte contemporáneo catalán y español. Dejó un legado rico y variado, que continúa siendo objeto de estudio y admiración.