"El hombre necesita el color para vivir; es un elemento tan necesario como el fuego y el agua."
Fernand Léger fue un pintor francés pionero del cubismo y del modernismo, reconocido por su visión innovadora y su uso de formas geométricas. Comenzó como dibujante de arquitectura, pero pronto se adentró en el mundo del arte, influido por Cézanne y las vanguardias parisinas. Entre 1910 y 1914, Léger desarrolló lo que llamaba cubismo tubular, caracterizado por figuras y objetos representados con cilindros y volúmenes mecanizados, como se puede observar en La ciudad (1919).
Durante la Primera Guerra Mundial, Léger sirvió en el frente, una experiencia que marcó su obra, orientándola hacia temas industriales y mecánicos. Exploró la relación entre el arte y la modernidad, integrando máquinas, urbanismo y vida cotidiana en composiciones vibrantes como Los constructores (1950).
También experimentó con murales, escultura y cine, y colaboró con artistas como el cineasta Abel Gance. Además, Léger fue un pedagogo influyente, fundando una academia artística en Francia. A lo largo de su carrera, mantuvo un estilo accesible y optimista, que celebraba la tecnología y la humanidad.