Ricard Opisso i Sala (Tarragona, 20 de noviembre de 1880 – Barcelona, 21 de mayo de 1966) fue un dibujante, caricaturista e ilustrador catalán, reconocido como uno de los mejores cronistas gráficos de la sociedad barcelonesa de su tiempo. Hijo de Alfred Opisso i Viñas, periodista y crítico de arte, creció en una familia con una rica tradición artística e intelectual.
En 1892, con tan solo doce años, comenzó a trabajar como aprendiz en el taller de Antoni Gaudí en la Sagrada Familia, donde desarrolló sus habilidades en el dibujo y la fotografía. A través de Gaudí, entró en contacto con el Cercle Artístic de Sant Lluc y el grupo de Els Quatre Gats, frecuentando a artistas como Ramon Casas, Santiago Rusiñol y Pablo Picasso.
A partir de 1898, comenzó a colaborar con diversas publicaciones, destacando en revistas como Luz, ¡Cu-Cut! y L'Esquella de la Torratxa, donde sus ilustraciones satíricas ganaron popularidad. Tras la dictadura de Primo de Rivera, abandonó la sátira política para centrarse en escenas costumbristas, retratando multitudes y la vida cotidiana de Barcelona. En 1919, inició su colaboración con la revista infantil TBO, donde se hizo conocido por sus portadas e historietas.
Tras la Guerra Civil, su obra pictórica tuvo éxito en las galerías de Barcelona, consolidándolo como un referente del arte catalán. En 1953, recibió un reconocimiento especial en la IV Feria de Arte de Tarragona. Su obra se caracteriza por una línea detallada y una capacidad única para capturar la esencia de la sociedad catalana de la época.