"El lienzo es un campo de batalla interminable."
Antonio Saura (1930-1998) fue uno de los pintores españoles más destacados de la segunda mitad del siglo XX. Autodidacta, comenzó a pintar en los años cuarenta influenciado por el surrealismo y la obra de Miró y Dalí. En 1953 se instaló en París, donde abandonó el surrealismo para explorar un estilo más gestual y expresionista, inspirado en el art brut y el expresionismo abstracto americano.
En 1957 fundó el grupo El Paso, junto con artistas como Manolo Millares y Rafael Canogar, con la voluntad de revitalizar la vanguardia artística española. Su pintura se caracteriza por el uso de la monocromía, especialmente en blanco, negro y gris, y por figuras expresivas y turbulentas que a menudo representan cuerpos deformados, cabezas y crucifixiones. Reinterpretó temas clásicos como la serie de Damas, inspirada en Velázquez y Goya.
Además de la pintura, destacó en el grabado, la ilustración y la escenografía. Su obra está presente en colecciones como el Museo Reina Sofía, el Centro Pompidou y la Fundación Juan March. Hasta el final de su vida, Saura defendió un arte intenso y comprometido, capaz de capturar la tensión emocional y existencial del ser humano.