"Si el arte no es capaz de conmover, no tiene sentido."
Antoni Tàpies (1923-2012) fue uno de los pintores y escultores más influyentes del arte contemporáneo español, conocido por su profunda exploración de las texturas y los materiales. Tras un período de influencia surrealista en los años 40, desarrolló un estilo propio en el que incorporaba elementos del arte matérico y el informalismo. A partir de los años 50, comenzó a utilizar materiales como arena, polvo de mármol, cemento y telas rugosas para crear superficies densas que se volvieron casi escultóricas. Esta técnica daba una nueva dimensión a la pintura, transformándola en una experiencia táctil y visual que trascendía el lienzo.
La obra de Tàpies a menudo incorporaba símbolos y signos de gran carga espiritual y cultural, como cruces, letras y trazos rudimentarios, que evocaban tanto lo sagrado como lo cotidiano. Este lenguaje simbólico reflejaba sus inquietudes filosóficas y su interés por la cultura oriental, especialmente el budismo zen. A través de su obra, Tàpies exploró temas como la mortalidad, la trascendencia y la dualidad entre materia y espíritu.
Sus obras se encuentran en colecciones de museos como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el MoMA de Nueva York. Su legado artístico perdura, especialmente gracias a la Fundació Antoni Tàpies en Barcelona, creada para promover el estudio y la comprensión de su obra y su significado dentro del arte moderno.