“La creación artística es una enfermedad incurable”
Joan Pere Viladecans (Barcelona, 1948) inició su trayectoria a finales de los 60, con una obra influenciada por la poesía, la música y las artes plásticas. Su primera exposición en 1969 en la Sala Gaspar de Barcelona, presentada por Joan Brossa, fue un éxito rotundo, visitada por figuras destacadas como Joan Miró y Antoni Tàpies. A partir de ahí, Viladecans desarrolló una carrera prolífica con exposiciones nacionales e internacionales, en ciudades como Johannesburgo, Nueva York, Madrid y Estocolmo.
Su obra ha evolucionado desde una pintura matérica que incorpora objetos cotidianos hasta una estética más formalmente simétrica y cromáticamente rica durante los años ochenta, cuando también intensificó los colores y contornos. A partir de 1990, exploró nuevos materiales como tinta china, óxidos y agua de mar, y redujo el uso de color para centrarse en temas existenciales y ecológicos. Sus obras más recientes son esencialmente monocromáticas, con texturas que evocan el mundo orgánico.