La Colección Bassat estrena exposición sobre los años ochenta en la Nau Gaudí.

Del 18/03/2016 al 03/10/2016

El Consorcio Museo de Arte Contemporáneo de Mataró presenta un primer compendio de la etapa 1980-1989 compuesto por un total de 84 obras, entre ellas 57 pinturas, 24 esculturas y 3 tapices de 28 artistas representativos de este periodo como son Enric Ansesa, Eduard Arranz-Bravo o Francesc Artigau, entre otros. La exposición también presenta una obra del mataronés Josep M. Codina, y tres esculturas de Moisés Villèlia, vinculado también a la ciudad cuando residió en los años cincuenta y creó el grupo de artistas reunidos bajo el nombre Art Actual.

Por otro lado, la Colección Bassat presenta públicamente por primera vez la obra de dos tapiceras: Aurèlia Muñoz y M. Assumpció Raventós. La primera fue una de las figuras más destacadas del tapiz contemporáneo catalán, seleccionada con Grau Garriga para representar Cataluña en la II Bienal Internacional de la Tapicería de Lausana en 1965, y en 1969, en la IV Bienal. La aportación real de su obra fue convertir la pieza textil en una escultura, alejándose de la pared. M. Assumpció Raventós, por su parte, se dio a conocer como pintora y grabadora, y en los años ochenta inicia el tipo de obra en tapiz que la caracterizará: grandes formatos, con zonas de gran relieve y colores muy suaves. Raventós es la figura puente de la Escuela Catalana de Tapiz: entre la ortodoxia del gran artífice de la Fábrica Aymat y la heterodoxia del grupo independiente aglutinado por Aurelia Muñoz.

 

Tal y como explica el crítico de arte Francesc Miralles en el catálogo de la exposición: “la década de los años ochenta tuvo una importancia decisiva en el mundo artístico catalán: recién instaurada la autonomía, el país debía volver a organizarse para establecer la red que estructurase los organismos que dieran impulso a la creación artística, recuperasen y a su vez valorasen el pasado y consolidaran valores para el futuro. Toda esta expansión provocó un notable dinamismo en numerosos círculos de localidades catalanes y hizo aflorar un nuevo concepto”. Por ser un periodo tan fructífero y transformador para el arte en territorio catalán, se le han querido dedicar dos exposiciones.